miércoles, 31 de octubre de 2012

Prisionero YORUBA (Nigeria)



Existen actualmente algunas representaciones de prisioneros amarrados con una soga, a los que a menudo les tapan la boca, realizados tanto en metal como en terracota, ya que la práctica de la esclavitud y los sacrificios rituales, resultaban habituales.
En esta pieza, realizada en piedra rojiza, se aprecian esas raras representaciones.
El esclavo, es posiblemente Igbo, pues muestra las típicas escarificaciones, "pelé", en frente y mejillas, de un hombre joven de esta étnia.
En este caso el prisionero, inmóvil, ya que la soga le inhabilita cuello, tronco, piernas y brazos, grita, con la boca abierta, de forma desesperada e incesante, por su liberación.
Durante el último tercio del siglo XV, la costa nigeriana fue explorada por los portugueses. En 1485 llegó a Benín la expedición de Joao Alfonso d'Aveiro -que trajo las primeras armas de fuego y las primeras semillas de coco-, iniciándose desde entonces un continuado comercio con los europeos, centrado principalmente en la trata de esclavos, a la vez que hacían su presencia los primeros misioneros cristianos.
 
     

El tráfico de esclavos llegó a adquirir tal magnitud que la región pasó a conocerse como “Costa de los Esclavos”, expresión utilizada entre los siglos XVII y XIX, para referirse a lo que hoy es la parte del Golfo de Guinea, en Africa, de donde se capturaron una gran parte de los esclavos llevados a América y Europa.

VIDEO: ESCLAVITUD EN AFRICA

Ésta se extendía entre las desembocaduras de los ríos Niger al este y Volta al oeste, en lo que hoy son Nigeria, Togo, Benin y el este de Ghana.

Mapa étnico de Nigeria


Esta fue la zona de actuación, principalmente, de traficantes de esclavos holandeses, portugueses e ingleses. Los esclavos eran capturados por jefes africanos en el interior del continente y traídos a los mercados de esclavos en la costa, hasta la abolición de la esclavitud en Europa a principios del siglo XIX.

VIDEOS  DE INTERÉS:

 -VIDEO 1: RELIGION EN NIGERIA
 -VIDEO 2: PERSONAS Y PODER
 -VIDEO 3: PUEBLO YORUBA
 

martes, 30 de octubre de 2012

Figura Funeraria BONGO (Sudán)

 

Esta escultura de piedra representa una figura femenina, seguramente se trate de una mujer mayor, por la caída del pecho, con un cuerpo cilíndrico y relativamente naturalista, con piernas inusualmente cortas y los brazos presionados contra el cuerpo, apoya su cabeza sobre un grueso cuello. La cara es plana y representa serenidad, tiene orejas protuberantes, mejillas modeladas, nariz ancha, cejas arqueadas, frente redondeada, la boca abierta sobre una mandíbula prominente y escarificaciones típicas de esta étnia. El cabello está formado por una serie de crestas elevadas.
Se trata de una pieza comunal donde seguramente acudirían las mujeres para pedir tener un buen parto o para la curación de sus bebes enfermos.
La escultura se asemeja a obras del paleolítico, encontradas en Europa y Asia Menor, que se preocupaban por la "fertilidad", simbolismo que por lo general gira en torno a mujeres corpulentas, de forma esquemática y simplificada, mujeres con los pechos y las nalgas exageradas.

Esta pieza se ha clasificado como Bongo, étnia que lingüística, histórica y arqueológicamente llegó al Sudán desde el Chad en el Siglo XVI. En el pasado reciente, la población Bongo vivía en la parte meridional de la provincia de Bahr-el-Ghazal, en las praderas del sur de Sudán. Hubo un tiempo en el que formaban un gran grupo étnico de cientos de miles de personas, que vivieron en esta región durante la mitad del siglo XIX. Sin embargo, a través del tiempo y las migraciones de los pueblos, y bajo la presión de los traficantes de esclavos musulmanes, su número se redujo a unos pocos miles a mediados del siglo XX, y hoy en día están repartidos en diferentes regiones del Sudán.
En el pasado, a los honorables guerreros heroicos o cazadores, les esculpían a su muerte figuras conocidas como Ngya, para asegurar que fueran bien recibidos por los antepasados. La forma de estas figuras variaba desde cuerpos naturalistas a figuras completamente abstractas. Las Ngya sirven para recordarnos que los que se han ido antes, todavía pueden inspirar, ayudar y motivar a los que están en el presente.
 
VIDEOS DE INTERÉS SOBRE LOS BONGO Y SUDÁN:
 
 

martes, 23 de octubre de 2012

Maternidad D'JENNE (Estilo DJENNEKE)

 
D'JENNE

Alrededor de la capital de Djenné y junto al río Bani, subdivisión del Niger, se empezaron a localizar restos arqueológicos de los pueblos allí asentados, previamente a la primera gran oleada islamista del siglo XII. Ya entre el siglo XIII al XV, y una vez impuesto el dominio islámico en la zona, levantan la imponente mezquita, patrimonio de la humanidad por la Unesco, abocando a que estos habitantes primitivos se muevan expandiendose en terrenos limítrofes, aportando singulares formas a los artesanos ubicados o por ubicar en esas zonas de influencia, como los Bozo, Bamana o Dogón entre otros.
Se observa que estos creadores no son artistas creativos, sino que siguen normas establecidas desde generaciones centenarias; cabellos peinados como un campo labrado y sembrado para que la madre tierra, mágicamente, dé abundantes frutos.

Estos peinado se siguen realizando en la actualidad
Son utilizadas básicamentes, estas maternidades, como culto a la fertilidad o para propiciar lluvia o alumbramientos.
 
Gran Mezquita Musulmana de Djenne
La Ciudad de Djenné es una ciudad de Malí, conocida como "la ciudad de barro". Se sitúa en las llanuras entre las confluencias de los ríos Bani y Níger. A pesar de que la ciudad es siempre la misma su emplazamiento sufre algunas alteraciones, pues la mayor parte del año la llanura permanece seca, hasta que las lluvias torrenciales lo inundan todo y Djenné pasa a ser una isla en medio de un delta interior.
Apenas a tres kilómetros de la ciudad moderna surge la antigua; ésta existía ya hace dos mil años, siendo la urbe más importante de África occidental, allí donde el desierto es bañado por las aguas del río Níger. Se cree que fue fundada por los Songhai en el siglo VIII y siempre fue un importante centro de la enseñanza islámica.
Actualmente, se trata de una ciudad compacta, de casas arracimadas alrededor de la Gran Mezquita y, salvo algunas construcciones recientes, toda ella está construida con barro, mezcla de paja, arcilla y aceite. La ciudad es obra de los Baris, casta de constructores trashumantes que han ido transmitiendo su sabiduría y conocimientos de generación en generación.
La construcción más llamativa es la mezquita; de contornos sinuosos, fue edificada hace sólo cien años en el mismo emplazamiento de la anterior por los franceses en el estilo original tradicional.

Historia y características:

La ciudad de Djenné, también conocida como Dienné, Jenne o Yenné, es un histórico enclave comercial situado en el delta interior del río Níger, cerca de la confluencia con el río Bani. Fue, junto a Tombuctú y Mopti, una de las grandes ciudades del Sudán. Su fundación data del siglo IX, y su apogeo como emporio comercial tuvo lugar en los siglos XIV-XVI, cuando perteneció sucesivamente a los imperios de Malí y Songhay.

Djenné ha conservado las prerrogativas de una fortaleza asentada en medio del agua que quisieron conferirle sus fundadores hace doce siglos. Las murallas que la rodeaban se han ido desmoronando a lo largo de los siglos, aunque su construcción escalonada mantienen aún de lejos el aspecto de una inconquistable ciudadela. Protegida varios meses del año por las aguas del río, y el resto del tiempo por el espesor de las murallas, Djenné se ha mantenido prácticamente exenta de pillajes y de incendios, catástrofes que modifican tan profundamente el aspecto de una ciudad.

En el pasado la ciudad fue centro de comercio y enseñanza. En época de las caravanas, su puerto fue punto importante de intercambio de sal por grano, oro, esclavos, manteca de “karité”, marfil, entre otros productos. Djenné compitió en importancia con Tombuctú. Población de origen animista (época de Djenné-Djenó, la antigua Djenné), la ciudad se convirtió al Islam por el rey Koi Koumboro en el siglo XIII, religión aportada por los mercaderes procedentes de Dia (ciudad del antiguo imperio de Ghana). La antigua práctica del culto a los ancianos pervive todavía entre los habitantes de Djenné.

Djenné es famosa por su característica arquitectura de tierra. En su centro se halla construida la Gran Mezquita (mezquita de Komboro), con altos minaretes que sobresalen entre los tejados de las casas. Es el monumento más sobresaliente de la arquitectura sudanesa. La mezquita original fue abandonada con la llegada del rey de Massina, Cheikou Hamadou, en el siglo XIX. Hamadou edificó otra mezquita, más al este, libre de las impurezas de los animistas, según se dice, y que estuvo en funcionamiento hasta 1907. Fueron los franceses quienes iniciaron las obras de reconstrucción de la mezquita de Komboro en el estilo original tradicional. Su interior no es visible para los visitantes no musulmanes.

Antiguas ruinas sobre las que se levantó la actual Mezquita

Aunque la composición etno-linguistíca del país es en su mayoría Bambara-Malinke-Dioula, cohabitan pacíficamente otras etnias como los songhay, los pescadores bozo, los bambara, los peul, los marka. Los peul fueron grandes propagadores del Islam y esta religión rige la vida de la ciudad. Sin embargo, el animismo está presente y es habitual la creencia de los espíritus que habitan en las casas y en las calles, e incluso que van a la mezquita.

Djenné es una de las más bellas ciudades del África Occidental. El laberinto de calles estrechas y tortuosas enmarcado por el perímetro de las antiguas ciudades está lleno de encanto. Se trata de un ciudad compacta de casas arracimadas alrededor de la gran mezquita y, salvo algunas construcciones recientes, toda ella está construida con adobe (mezcla de paja, arcilla y aceite). La ciudad es obra de los baris, casta de constructores trashumantes que han ido transmitiendo su sabiduría y conocimientos de generación en generación.